A todo gestor le interesa tener una rutina diaria más inteligente para su equipo, con procesos optimizados y mejores resultados. Para alcanzar ese propósito, una estrategia que es aliada de los gestores es la de las Metas SMART. ¿Alguna vez has oído hablar de este concepto?
Es muy común que gestores y colaboradores tengan la sensación de que los resultados obtenidos no siempre hacen justicia al trabajo duro. Por eso, es necesario que el día a día se oriente hacia metas y objetivos del negocio como un todo.
Y es ahí donde entran las Metas SMART. La estrategia colabora para la correcta aplicación de metas a partir de algunos criterios que ayudan en el seguimiento de los resultados obtenidos. La correcta aplicación de metas según la técnica SMART permite escatimar esfuerzos de todos los involucrados en cada tarea y ayuda a mantener el foco necesario para dirigir y expandir un trabajo, sector o incluso a la empresa como un todo.
Hoy hablaremos un poco más sobre la sigla SMART y te ayudaremos a aplicar este método en tu rutina diaria de trabajo.
La técnica de Metas SMART está basada en cinco pilares básicos. El origen de la expresión es inglés y dicta que cada una de tus metas debe ser: específica, medible, atribuible, realista y temporal (o de duración limitada).
Como lo sugiere el nombre, la idea es que las metas establecidas a partir de esos preceptos sean más inteligentes. La sigla SMART fue acuñada por George T. Doran en 1981. Según el autor, la técnica de Metas SMART se basa en el hecho de que, además de tener y definir objetivos, es necesario identificar las características que debe tener una meta.
Además, Doran también sugiere qué cuidados se deben tomar en el momento de definir los objetivos y metas dentro del modelo SMART.
Estas son las principales características de una meta SMART:
• S (Específica): esta etapa consiste en describir qué se deberá alcanzar y cuáles serán los pasos necesarios para lograrlo;
• M (Medible): la segunda etapa de la técnica SMART trata de los indicadores que describirán el progreso de cada meta;
• A (Atribuible): esto quiere decir que se debe asignar a un responsable por la realización de la meta;
• R (Realista): recuerda definir metas realistas de acuerdo con los movimientos del mercado y de tus recursos;
• T (Temporal): la etapa final de la técnica SMART trata de definir un plazo para alcanzar la meta.
Bueno, ahora que ya sabes qué significa la sigla SMART, ha llegado el momento de que conozcas cómo funcionan las metas de forma aplicada para empezar a trazar tus propias metas. En primer lugar, define tu objetivo. Y recuerda: dentro de la técnica de Metas SMART, el objetivo debe ser específico.
Debes tener claridad en cuanto a lo que deseas alcanzar. En esta etapa no es necesario describir cómo alcanzar el objetivo en sí. Sin embargo, es importante tener claras las grandes etapas dentro del proyecto como un todo. Además, debes tomarte el tiempo de responder cuidadosamente a preguntas como:
• ¿Adónde quiero llegar? ¿Qué deseo alcanzar?
• ¿Por qué esta meta es importante para mi negocio?
• ¿Quiénes participan en el proceso de alcanzar esta meta?
• ¿Qué recursos son necesarios para que pueda alcanzar mi objetivo?
Cuando hayas terminado esta parte, deberás pasar a la segunda etapa SMART, que contempla el ítem “medible”. En este momento, debes incluir indicadores que te permitan medir la evolución de tu logro. Esta medida sirve tanto para comprender tu progreso y el proceso como un todo, además de mantener al equipo involucrado motivado.
La etapa medible de las Metas SMART prevé que se respondan algunas preguntas. Las más importantes son:
• En términos cuantitativos, ¿qué resultados se esperan con esta acción?
• ¿Cómo saber si se alcanzó la meta?
• ¿Qué métricas se pueden utilizar para monitorear la evolución de los procesos dentro de esta meta?
A continuación, para lograr encajar tus metas dentro de la técnica SMART, es necesario incluir el ítem “atribuible”. Esta etapa se refiere a la definición de un nombre que será responsable por el proyecto. Cabe resaltar que el factor “atribuible” no se refiere necesariamente a tan solo una persona, sino a todo el equipo involucrado para que se alcance la meta.
En la fase siguiente, la técnica SMART prevé la definición de metas realistas. Y este es un criterio fundamental para saber si todo el resto se podrá alcanzar. Es común que gestores definan metas que no son realistas, lo que acaba frustrando a los equipos cuando de hecho no se alcanzan.
Entonces, para definir metas realistas, la técnica SMART plantea estas preguntas:
• ¿Mi objetivo es realista incluso considerando factores diversos como presupuesto, disponibilidad de equipo, insumos y demás cuestiones de mercado?
• ¿Tengo los recursos necesarios para alcanzar la meta definida?
Por último, tus metas deben encajarse en el requisito temporal. Es decir, las Metas SMART prevén que todas tus acciones tengan fechas de ejecución y plazos. Si tú has llegado hasta aquí pero te has olvidado de definir la duración del proceso para alcanzar la meta, es posible que se prioricen otras acciones en el medio del camino y que se termine abandonando el proyecto relacionado a tu meta SMART.
La cuestión temporal también ayuda a organizar el orden del día, evitando que las demás tareas cotidianas intervengan en la realización de tus objetivos, además de introducir un sentido de urgencia en su ejecución.
Para asegurarte de que, dentro de la técnica SMART, tus metas tengan previsto el factor temporal, es importante que se defina un plazo final para el proyecto. Además, debe de haber claridad sobre lo que se puede y debe alcanzar en ese período, en su totalidad y por etapas.
A continuación, veremos algunos ejemplos de Metas SMART y detallaremos cada uno de los ejemplos basándonos en lo que hemos visto anteriormente en el post.
El equipo comercial aumentará las ventas en un 10% con respecto al trimestre anterior.
• S - Específica: ayuda a definir el enfoque y la dirección para alcanzar el objetivo.
• M - Medible: es posible hacer el seguimiento del proceso a lo largo del tiempo y hacer ajustes si es necesario.
• A - Atribuible: sabemos que se trata de una meta de responsabilidad del equipo comercial.
• R - Realista: el aumento del 10% es considerado realista y posible de alcanzar.
• T - Temporal: hay un plazo definido, el trimestre siguiente, lo que ayuda a mantener el foco y la determinación para alcanzar la meta.
Adelgaza 5 kilos en 5 meses haciendo una dieta sana y ejercicios físicos regulares
• S - Específica: Perder peso de forma sana buscando una reeducación alimentaria
• M - Medible: puedes establecer una frecuencia para subir a la balanza y registrar tu progreso.
• A - Atribuible: la meta se puede atribuir a ti y a otro profesional que acompañe el proceso, como un nutricionista, por ejemplo.
• R - Realista: adelgazar 5 kilos, con dieta y ejercicios, es un objetivo bastante razonable.
• T - Temporal: el plazo de 5 meses para alcanzar el objetivo está claro y bien descrito.
La meta de mejorar las habilidades de comunicación en inglés por medio de clases particulares con el objetivo de realizar una presentación para inversores internacionales en 6 meses es un ejemplo de meta SMART porque es específica, alcanzable y prevé el factor temporal.
La meta es específica porque define claramente el objetivo, que es mejorar las habilidades de comunicación en inglés. La meta es alcanzable, visto que, tomando clases particulares, es posible mejorar significativamente las habilidades de comunicación en un idioma. Por último, la meta es temporal porque tiene un plazo definido de 6 meses, lo que ayuda a mantener el foco y la determinación para alcanzarla.
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