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Buscar la ventaja competitiva es un gran motor empresarial rumbo al crecimiento y para lograr sobresalir dentro de tu nicho de actuación. Además, la ventaja competitiva también impulsa la creación de factores diferenciales que distinguen tus productos y/o servicios de los que ofrece la competencia.
Pero, en términos prácticos, ¿qué es ventaja competitiva y cómo la puedes aplicar en tu negocio? Acompáñanos y aprende más sobre este importante concepto.
Básicamente, la ventaja competitiva tiene que ver con tu capacidad de ofrecer productos y/o servicios de calidad superior con respecto a los que ofrece la competencia y a un precio atractivo.
O sea, se puede considerar que la ventaja competitiva es un conjunto de cualidades que agregan valor a la entrega final y, en consecuencia, a la marca, posicionando tu negocio como referencia dentro del nicho al que atiendes.
A largo plazo, la ventaja competitiva puede traer muchos beneficios a tu negocio, como, por ejemplo, generar más ventas en comparación con tus propios índices y con los de la competencia.
Además, es importante recalcar que la ventaja competitiva se construye a partir de factores relevantes dentro de un negocio. Estos son:
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Todos estos factores convergen para componer la ventaja competitiva de tu empresa, dejando tu oferta mucho más atractiva para posibles compradores. Además, la ventaja competitiva garantiza que tus consumidores sigan activos en su relación con tu negocio. Esto se cumple incluso en momentos de adversidades o de disminución de recursos de los clientes, haciendo, por ejemplo, que ellos prioricen la compra y fortalezcan la relación con tu marca.
Para que esto se dé, algunos aspectos de la generación de una ventaja competitiva cumplen un papel fundamental. Son ellos:
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Y nunca está de más recordar que la ventaja competitiva, a partir de estos aspectos, ayuda a alcanzar un alto volumen de ventas. Y esto es lo que mejora tu margen de ganancia, además de ayudar a fidelizar aún más a tus consumidores.
O sea, el gran beneficio de la ventaja competitiva es que promueve una chance de tener una oferta superior a la de la competencia. Además, también es importante resaltar que la ventaja competitiva no se centra solo en la generación de más ventas.
Tan importante como aumentar las ventas, es pensar en la optimización de los procesos del negocio. A fin de cuentas, con procesos optimizados, la jornada del consumidor dentro del embudo de ventas fluye mejor y se vuelve más fácil de ejecutar y monitorear.
La inversión en tecnología y sistemas para venta y seguimiento del cliente, así como la contratación de profesionales cualificados para todas las áreas y la garantía de una atención de excelencia para los clientes hacen que tu retorno sobre la inversión sea aún mayor, constituyendo otro reflejo de la ventaja competitiva.
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Como ya lo hemos mencionado, la ventaja competitiva va más allá del simple aumento de las ventas. En realidad, el aumento de las ventas resulta de otros aspectos tan importantes como la ventaja competitiva dentro de un proceso de ventas.
Conoce algunos ejemplos de ventaja competitiva:
La primera ventaja competitiva que resaltamos es la que se refiere a la calidad de la atención al cliente. Esta permite diferenciarse con respecto a la competencia y agradar a los consumidores cumpliendo con las promesas que se les hicieron, además de sanear los dolores de tu persona de manera efectiva.
La ventaja competitiva de la atención suele ser el foco de negocios que priorizan la retención de los consumidores y que procuran generar una cultura de buena atención por parte de todos los colaboradores de la empresa.
La segunda ventaja competitiva que te presentamos es la de la diferenciación. Esta ventaja consiste en entregarle las mejores soluciones a tu público, agregando aún más funcionalidades, beneficios y factores diferenciales con respecto a la competencia.
Al apuntar a la ventaja competitiva de la diferenciación, es importante que te preocupes por mantener la satisfacción de tus clientes a partir no solo de la calidad, sino también de la apariencia del producto.
¿Qué distingue tu producto o servicio de los demás que se ofrecen actualmente? Esta es la clave para la construcción de tu ventaja competitiva.
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Siguiendo con las ventajas competitivas, otra muy importante es la que se refiere a los precios de venta practicados. Es fundamental que tu negocio esté practicando las ventas y la precificación basándose en el promedio de mercado.
En ese sentido, debes agregar el mayor valor posible al menor precio posible. Esta es la clave para la construcción de la ventaja competitiva de precio. Y recuerda: trabajar con este aspecto no significa bajar los precios a cualquier costo, disminuyendo la calidad de los insumos, por ejemplo.
Al contrario, la ventaja competitiva de precio se da cuando logras mejorar la eficiencia operativa de tu negocio. Y cuando logras tener más y mejores canales de distribución para tus productos, evitando desperdicios. La ventaja competitiva también está en la capacidad de negociar con tus proveedores con el objetivo de tener una gestión mucho más eficiente.
Por último, la ventaja competitiva de un negocio se da también gracias al foco aplicado al negocio. O sea, no siempre es malo restringir a tu público objetivo. Esto puede significar que estás trabajando de forma mucho más efectiva para un nicho más específico y que te puedes dedicar aún más a conquistar a ese público con exclusividad.
Podría parecer malo para varios negocios operar esta restricción, pero, en realidad, no es un aspecto negativo. A fin de cuentas, la ventaja competitiva está en el foco que debes tener para atender plenamente las necesidades de un grupo específico de mercado.
Ahora que has llegado hasta aquí, debes de estar preguntándote cómo obtener una ventaja competitiva en tu negocio y fortalecer tu modelo de actuación. Crear una estrategia que genere una ventaja competitiva pasa, como lo hemos mencionado en este post, por diversos aspectos que involucran los más variados sectores de tu negocio.
A continuación, te presentamos algunos puntos importantes que hemos seleccionado para que puedas empezar hoy mismo a implementar tu estrategia para la creación de una ventaja competitiva:
Siempre que sea posible, para tener una ventaja competitiva con respecto a la competencia, reduce tus costos de producción. Para lograrlo, vale negociar con proveedores, reducir tus costos operativos con la incorporación de más recursos tecnológicos y otros.
Solo recuerda siempre mantener el foco en la calidad de la entrega para, por ejemplo, bajar tus precios de venta pero sin perjudicar el resultado del proceso.
Algo que mencionamos anteriormente es que la ventaja competitiva se trata también de tener foco, atender a un determinado público o necesidad específica que todavía no es atendida plenamente por la competencia.
En ese sentido, tener una definición correcta de público puede ayudar en la creación de tu ventaja competitiva, puesto que te permite comunicarte de forma más efectiva, en los canales correctos y siempre con foco en la solución de los problemas y dolores de tu público.
Este es un tip clave no solo para crear una ventaja competitiva para tu negocio, sino para garantizar una serie de beneficios dentro de una existencia empresarial sana.
El análisis de la competencia permite realizar un mapeo completo de los aspectos que comentamos en este post y que ayudan en la creación de una ventaja competitiva. Por eso, no dejes de analizar la competencia directa e indirecta, abarcando desde aspectos como la atención y los canales de actuación hasta la comparación entre las soluciones ofrecidas y los precios practicados.
Un aspecto relevante dentro de la ventaja competitiva empresarial pasa por la optimización de los procesos del equipo. Un equipo más productivo logra tener mejores y más efectivos resultados, lo que colabora para el proceso como un todo.
Además, como ya lo hemos mencionado, la atención es otro punto que genera una ventaja competitiva empresarial. Medidas como entrenamiento, cualificación y aplicación de softwares son prácticas para mejorar la performance del equipo como un todo.
Nunca está de más recordar que el fortalecimiento de las relaciones con los clientes es una pieza fundamental para obtener una buena ventaja competitiva. Lograr el compromiso de tu público lo hace fiel a la marca y lo lleva a recomendarla a terceros y a aumentar su inversión total con respecto a tu empresa.
Por eso, piensa en la relación con tus consumidores actuales con tanto detenimiento como lo haces cuando piensas en tu meta de conquistar nuevos clientes. Este puede ser un tip clave para tu ventaja competitiva.
Alineado al punto anterior, ofréceles promociones y descuentos a tus clientes siempre que sea posible. Esta puede ser una práctica fundamental para darles el empujón que está faltando para que hagan efectiva su conversión, además de ser un gesto de reconocimiento hacia los clientes que ya has conquistado.
¿Y entonces? ¿Qué nos dices de empezar hoy mismo a trazar tu estrategia de ventaja competitiva empresarial?
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