“Me llamo Gisele Alves, Success Manager aquí en Salesforce desde hace cuatro años. Hace unos cinco años me encontraba en la búsqueda de nuevos retos y crecimiento profesional, además, paralelo a esto, también quería hacer realidad el sueño de hacer crecer nuestra familia con la llegada de un hijo.

Participé en algunos procesos de selección y rápidamente me di cuenta de que una mujer casada de 28 años o más generaba una alerta en las empresas. Incluso, en un proceso de selección, me presionaron para decir si tenía planes de tener hijos y para cuándo.

Inicié el proceso de selección en Salesforce y, al entrevistarme en la etapa final, el RVP de mi área me preguntó si tenía hijos. Pensé que volvería a enfrentar algún prejuicio, pero me sorprendió cuando me dijo que Salesforce apoyaba el crecimiento de la familia y que cuando sintiera que era el momento adecuado, recibiría todo el apoyo necesario. ¿Pero sería cierto?

Tuve mi primera hija y de hecho recibí todo el apoyo de la empresa, mis jefes y compañeros de trabajo. Volví a quedar embarazada en 2022, de mi segundo hijo, tuve varias complicaciones durante el embarazo y mi hija de solo 2 años fue hospitalizada en la UCI por complicaciones a raíz del covid-19. Frente a tantas ausencias médicas llegué a temer por mi trabajo, incluso después de años de intensa dedicación.

¡Pero me sorprendí nuevamente al haber sido promovida! Cuando mi manager me dio la noticia me dijo: Gisele, te han evaluado por todo el trabajo que has hecho durante este periodo y no solo en estos dos últimos meses de retos personales que has tenido que enfrentar.

¡Me siento orgullosa de ser parte de una empresa que valora a los profesionales que genera, lo cual no excluye a una madre embarazada con un hijo enfermo!”

“Antes de unirme a Salesforce nunca había pensado o soñado con ser madre, por muchas razones: solía pensar que el mundo era demasiado hostil para las madres, veía a mujeres con niños en el metro, enfrentando dificultades, e imaginaba lo difícil que debía ser. Todo eso me asustaba, pero sabía que no era su culpa. Empresas como Salesforce aligeran esta carga y te diré por qué.

Me incorporé a Salesforce como BDR de Marketing Cloud, hasta entonces soltera y con tal convicción: “No quiero tener hijos”. Pero luego conocí al que sería mi esposo, me empapé de la cultura de Salesforce, conocí a compañeros de trabajo que regresaban felices de sus licencias, desempeñándose aún mejor y todo eso me parecía increíble. Estaba claro que contaban con un gran apoyo.

Fue entonces cuando me casé y después de 3 años tuve a Pedro. Durante este tiempo sucedieron muchas cosas: pasé de BDR a Solution Engineer, trabajé en varias áreas y pude ver diferentes puntos de vista de la misma cultura, la cual nunca cambió: se ha basado en la integración, un lugar de enunciación y empatía. Cuando me enteré de que estaba embarazada, recibí el apoyo de mi jefe y todos en el departamento lo celebraron. Cuando regresé, la celebración continuó.

Este es el tipo de ambiente que te hace sentir amada, bien recibida y protegida, todo lo que necesitamos cuando nos sentimos vulnerables. Sentir tal seguridad en Salesforce fue clave: mi carrera mejoró mucho después de tener un hijo y no sería una persona mentalmente sana si no fuera por todo este apoyo.

¡Esto cambió totalmente mi perspectiva y es un ejemplo de cómo las empresas deberían abordar la maternidad! ¡Siento el afecto del equipo por mi hijo y tengo mucho que agradecer a Salesforce, ya que la experiencia de tener un hijo siendo colaboradora aquí fue genial!”